
Cuando escogemos una carne para nuestro restaurante o para nuestros hogares, muchos buscamos carnes magras más saludables para nuestra salud; sin embargo, una carne suele pasar desapercibida: la carne de conejo.
Una carne magra llena de nutrientes
Al pensar en carne de conejo, se nos viene a la mente nuestros abuelos, cocidos y guisos y demás platos tradicionales. Sin embargo, no es sólo una carne cualquiera. La carne de conejo contiene vitamina B3, B6, B12, selenio, fósforo y potasio; además de contener, aunque en menor cantidad, hierro, sodio, magnesio y zinc. Y al ser una carne magra o blanca, este alimento nos proporciona casi 30 g de proteínas por cada 100 g de carne, mientras que sólo nos aporta 8 g de grasas.
Esta carne es perfecta para aquellos que buscan carnes saludables con las que variar su dieta, ya que sus vitaminas y nutrientes son beneficiosos para el sistema cardiovascular. Además, se puede explorar gran variedad de platos con esta carne, desde los más tradicionales hasta los más modernos, haciéndola una carne versátil y sostenible.
Una receta con carne de conejo
Para poder ejemplificar mejor algunos de los usos de la carne de conejo, te dejamos la receta para un arroz caldoso con carne de conejo.
Ingredientes
- 1 conejo troceado.
- 500 g de arroz especial para arroces caldosos.
- 3 tomates maduros.
- 2 hojas de laurel y una rama de romero o tomillo.
- 2 pimientos choriceros.
- 1 cda. de pimentón de la Vera.
- 1 pimiento verde.
- 1/2 cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- 250 ml. de vino blanco y 50 ml. de vinagre de vino.
- Sal y pimienta negra recién molida (al gusto).
- Aceite de oliva virgen extra.
- 1900 ml. de agua (más el líquido del tomate, las verduras y el vino).
Para comenzar con nuestra preparación, troceamos el conejo si lo hemos comprado entero, en trozos que puedan comerse con facilidad posteriormente. A continuación preparamos las verduras picando el pimiento verde y la cebolla, y pelando los dientes de ajo.
Para macerar el conejo, prepararemos en un bol el vino blanco, la cebolla, el pimiento, los dientes de ajo, el tomillo, laurel, romero, sal, pimienta negra recién molida, un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y un chorrito de vinagre de vino. Esta preparación debemos dejarla reposar por al menos 12 horas en la nevera para que el sabor del conejo esté en su mejor punto, por lo que es recomendable siempre empezar a preparar la receta la noche anterior.
Rehidrata también los pimientos choriceros por al menos 30 minutos y déjalos en la nevera. Cuando hayamos completado los pasos anteriores, podemos sacar de la nevera el preparado del conejo y colamos todos los ingredientes, reservando el caldo para el arroz. También debemos retirar del agua los pimientos que hemos rehidratado y les quitamos las semillas y separamos la carne de la piel con un cuchillo.
Para comenzar a cocinar el conejo, utilizaremos una cazuela ancha, en la que pondremos un chorro de aceite de oliva y el conejo, que volveremos a salpimentar. En esa cazuela, doramos el conejo por todos los lados, solo para sellarlo, no es necesario cocinarlo del todo en este paso. Retiramos y reservamos, para utilizar la misma cazuela para pochar las verduras.
Volvemos a añadir el conejo a la cazuela cuando las verduras estén justo empezando a dorarse, y cuando las verduras estén casi terminadas de cocinar, añadimos el tomate pelado y troceado, la carne del pimiento choricero, el pimentón de la Vera y el caldo que habíamos dejado reservado. Esto lo dejamos cocinar durante 30 minutos.
Cuando termine, podemos utilizar el caldo del conejo para hacer nuestro arroz caldoso. Debemos hacerlo con una proporción de 4 veces agua por una de arroz, para que quede caldoso. Una vez terminado el arroz, podemos servirlo junto con la carne de conejo, ¡mejor si está recién hecho!
Esperamos que esta receta haya sido de inspiración para darle una oportunidad a la carne de conejo. Y recuerda que si necesitas hacer una compra al por mayor de carne, en JovenCasa somos proveedores mayoristas y distribuidores de carne en Tenerife.