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En la cocina profesional, cada decisión cuenta. Desde qué cortes de carne se piden hasta cuándo y cuánto se compra. Y si algo nos ha enseñado la gestión moderna es que la intuición ya no es suficiente.

En un sector cada vez más competitivo, volátil y exigente, la inteligencia artificial (IA) no es una moda, sino una herramienta para sobrevivir con márgenes decentes y decisiones más inteligentes.

Pero ¿cómo puede la IA ayudar en algo tan físico y cotidiano como la carne?

Más de lo que parece.


📉 El problema invisible: compras desajustadas, mermas y platos que no rotan

Hablemos claro.

Los restaurantes —especialmente los medianos y pequeños— siguen cometiendo errores muy comunes:

  • Se pide “por si acaso” y termina en merma.
  • No hay control real de qué cortes rotan más y cuáles duermen en cámara.
  • Se depende de un proveedor sin revisar datos históricos de consumo ni precios por kilo.
  • Se improvisa ante la falta de un sistema que prediga la demanda.

Y aquí es donde entra la IA como herramienta silenciosa pero poderosa.


🤖 ¿Qué puede hacer la IA en un restaurante que compra carne?

Aunque suene a ciencia ficción, ya hay restaurantes —incluso independientes— que están usando algoritmos simples para mejorar su gestión.

Estas son algunas aplicaciones reales:

1. Predicción de demanda semanal o estacional

Basado en el histórico de ventas, clima, reservas y eventos locales, se puede anticipar cuánto volumen de cada corte será necesario. Esto permite ajustar pedidos al proveedor con más precisión.

2. Detección de productos con baja rotación

Algoritmos de análisis pueden identificar qué cortes se están quedando atrás en rotación. ¿Por qué no se venden? ¿Precio? ¿Presentación? ¿Están mal ubicados en carta?

3. Optimización del mix de compras

La IA puede sugerir alternativas más rentables a cortes tradicionales, en función del ticket medio del restaurante o del perfil del cliente.

4. Minimización de mermas

Con la combinación de datos de stock, caducidad y ventas, se puede prever qué productos están en riesgo de convertirse en merma, y reaccionar a tiempo con cambios de menú o promociones.

5. Análisis del proveedor

Si trabajas con varios distribuidores, la IA puede comparar precio por kilo, puntualidad, calidad y satisfacción, ayudándote a tomar decisiones más objetivas y menos reactivas.


🍽️ Y todo esto… sin ser una gran cadena

No hace falta ser un gigante con un equipo de TI. Existen herramientas en el mercado que permiten a restaurantes independientes o grupos pequeños gestionar estos datos de forma sencilla:

  • Software de escandallos y fichas técnicas como Hosteltáctil, Revo Xef, ICG Manager.
  • Sistemas de gestión predictiva tipo Apicbase, MarketMan o incluso módulos avanzados en Excel + Power BI.
  • Algunos distribuidores como Jovencasa podemos ayudarte con informes personalizados de consumo y rotación. Preguntar qué datos puede darte tu proveedor puede ser un primer paso muy valioso.

💡 Ejemplo práctico: el entrecot que costaba más de lo que vendía

Un restaurante en el sur de Tenerife servía entrecot con buen margen bruto. Pero al revisar sus datos con una herramienta básica de predicción, descubrieron que:

  • Vendían menos los días de calor y cuando había turismo alemán.
  • Tenían un 14% de merma mensual por mala rotación.
  • Estaban pidiendo un 25% más de lo que vendían en realidad.

Tras ajustar el pedido, reformular la carta con una propuesta alternativa para los días de calor y para el turista alemán, además de usar ese corte para un segundo plato del menú del día, redujeron merma a un 3% y aumentaron la rotación en un 40%.

Todo gracias a un análisis que tardó una mañana.


🧭 ¿Por dónde empezar? Consejos si estás en cero

  1. Habla con tu proveedor de carne. Pregunta si puede darte datos de tu historial de compras, consumo por corte, estacionalidad o recomendaciones.
  2. Controla tus pedidos en un Excel con fechas, cortes, kilos y precio. Solo con eso ya puedes empezar a detectar patrones.
  3. Revisa qué herramientas de gestión usas y si tienen módulos de análisis. A veces están infrautilizados.
  4. Evalúa qué cortes te dejan más margen vs. los más vendidos. No siempre coinciden.
  5. Piensa en IA como una brújula, no como un robot. No toma decisiones por ti, pero te ayuda a tomar mejores decisiones.

📍 Conclusión: cocinar con datos es tan importante como cocinar con fuego

En la hostelería actual, no gana quien cocina mejor —gana quien gestiona mejor. Y en ese terreno, la inteligencia artificial puede ser tu aliada silenciosa.

Los cortes, las mermas, los hábitos de consumo, los proveedores… todo puede ser afinado si te apoyas en los datos correctos. Y si tienes un proveedor de carne que te da visibilidad, asesoramiento y datos —como hace Jovencasa con muchos de sus clientes—, estás ya un paso por delante.

Porque en la cocina profesional, los algoritmos también huelen a éxito.

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